EL AGUILA Y LA HORMIGA


Esta fábula se encuentra en un antiguo libro griego, del cual la ortodoxia de la revolución ciudadana de Correa ya no permite conseguir copias... es por esa razón que no la hallarán si quisiera podran averiguar su autor...

Se llama "El Aguila y la Hormiga"... y como toda fábula, busca enseñar a las mentes mas inocentes, una lección a través de la reflexión sobre temáticas en donde los protagonistas suelen ser animales.

Aquí la fábula:

Cierto día, una laboriosa hormiga exploradora salió de su hormiguero en afán de encontrar aquel árbol que poseyera las mas suaves hojas; que al final se convertiría en hongos que alimentaran a sus millones de hermanas. Al salir del hormiguero vió que todos los árboles cercanos estaban depredados, así que entendió que debería buscar mas lejos para conseguir su objetivo.

Se alejó como nunca lo había hecho, de hecho, ni siquiera reconocía la vegetación circundante. Estaba meditando cual seria la mejor opción, cuando de repente, sintió un terrible dolor en su abdomen. Al ver tras de si, encontró a una enorme e imponente águila que la sostenía con su pico. La pequeña hormiga le preguntó a donde la llevaba y el águila respondió que la tomó para alimentar a su cria que esperaba hambrienta en su nido en lo alto de la montaña.

La pequeña hormiga entendió lo sombrío de su destino, ante lo cual decidió probar suerte y tratar de confundir al águila.

No crees que soy muy pequeña... le sugirió a su emplumada captora. Esta respondió que -cualquier alimento es bueno para su cria, lo único que importa es que coma-

No crees que soy muy dura y amarga... -no... la naturaleza nos dió fuertes picos para lidiar con cosas así, ademas que lo único que cuenta es comer mas no el sabor de lo que se come-

No crees que mis hermanas dependen de mi para vivir... y el ave respondió -asi como mi cria depende de mi-

Viéndose sin argumento alguno, la hormiga entendió que su último recurso era atacar fuertemente al águila para en un momento de confusión, entregarse a la teórica huida.

-Sabes águila, eres un tipo de animal muy raro, extremadamente cobarde y egoista. Crees que porque vuelas tienes el derecho de llevarte a las criaturas de la tierra para que sirvan de alimento. Eso es un acto muy reprobable- sentenció la convencida hormiga-

El águila solo se enfocó en encontrar la dirección para llegar al nido.

-Mira tu aguila, mi especie es mejor que la tuya, nosotros no necesitamos alimentarnos de otras especies porque cultivamos hongos a base de hojas... ¿Te das cuenta que somos mas ecológicos que los de tu tipo? Nosotros no agredimos a nadie... es mas, cuando tomamos las hojas de un árbol, tenemos muy en cuenta de no despojarle de todo su follaje para que este no muera. Ustedes deberian hacerse vegetarianos como nosotos.

El águila divisó el nido a lo lejos.

-Escúchame águila! tu eres un mal animal porque no tienes escrúpulos a la hora de matar! eres cruel y no tienes consideración por tus pares animales. Parecería que no eres de este mundo al no entender lo que te digo!-

El águila en su infinito sentido de lo práctico y entendiendo que la molesta cena no dejaba de alardear entre sus patas... decidió hablar.

-¿Te has puesto a ver los paisajes por los que hemos volado? ¿Acaso has visto que puedo hacer algo que tu jamás podrías?... supongo que no... es muy tonto que yo intente hacerte entender lo que es la sensación de volar para vivir. Es más, sería imposible que tu entendieras que yo soy LIBRE de volar a donde quiera. No tengo que pensar en mis "iguales"... solo en mis crias. Tu vives bajo la tierra y solo sales a parasitar a los indefensos árboles, los de mi especie somos pocos y por eso nos alimentamos de los que son muchos. Tu no sabes de otra cosa que no sea sufrir a diario por mantener una estructura tiránica en donde nadie puede decidir nada. O trabajas o mueres. Yo solo tengo la obligación de proveer a mis crias para que estas sean MI PROLONGACIÓN DE LA EXISTENCIA. Pero tu no entiendes nada de esto, porque no puedes saber lo que es ser especial, grande y único. Eres el hijo número un millón de algun ser megalómano que se hace llamar reina, pero que jamás tuvo la aprobación de sus "súbditos". No puedes concebir ni de lejos la idea de LIBERTAD Y SUPREMACÍA; y como tal condición te obliga a estar en lugares estelares del teatro que es la naturaleza-

La hormiga se limitó a decir -yo no quiero morir-

Al final, el águila llegó a su nido donde pudo proveer a su pequeño.