La pobreza como crisis espiritual




La pobreza va muchísimo más allá de la "carencia de medios económicos". Ser pobre, no es solamente el nacer, crecer y normalmente, morir en la insuficiencia material, sino sobre todo, en el ámbito interior, de la fuerza que caracteriza a los luchadores.

Conozco personalmente, casos de gente que de la noche a la mañana, se hizo, por diferentes motivos y circunstancias, con grandes sumas de dinero... para que dentro de uno o dos años, vuelvan a estar en la misma situación paupérrima de antes. De la misma manera, conozco personas que sin tener nada en absoluto, con pocos años de sacrificio llegan a situaciones lo suficientemente holgadas, como para despreocuparse el resto de sus días.

Me es inevitable cuestionarme sobre qué hace a las personas progresar. A lo largo de mi vida pensé que tenía que ver con la pujanza, situaciones, padrinazgos, loterías, estupidez, incapacidad, inoperancia y demás causas, pero la verdad, nunca he terminado de convencerme.

Incluso, entrando en ese escabroso terreno de las "pobrezas de los ricos", que se supone sufren en igual medida que los que no lo son; hemos de convenir que como dice ese famoso meme: 

Un yate con putas no trae la felicidad, pero yo no tendría problema en ser muy infeliz en un yate con putas.

De la misma manera, hay que ver como los pobres dinamitan sus oportunidades, dado que, si hay alguien que tiene absolutamente todo el potencial de ser rico, es el pobre; por sobre todo y entre otras cosas, porque sus requerimientos al momento de empezar cualquier actividad, siempre serán menores. Sobran ejemplos de como la clase media no logra despegar, mientras que de los extractos populares florecen repentinos ricachones.

A lo mejor, no exista una "fórmula al éxito", tal como se desearía. A lo mejor todo no es más que la suma de infinitos factores -azar incluido- en donde a muy pocos se les da y al resto no.