Tengo los huevos hinchados de tanto escuchar el discursillo de la "subjetividad". Malditos relativistas incapaces de ver el mundo como es. Si tienen una silla en frente, no tienen problema en llamarlo montaña, incluso si esa silla es de bambú con vidrio.
No pueden ver la belleza, porque según ellos, lo bello varía según la persona. Obvio, que más se podría esperar, viniendo de gente tan fea. Y es que mucho se ha escrito sobre el engaño que la modernidad usa para que, mediante su títere progre/liberal se relativice todo; pero, no se ha escrito sobre la fealdad del progre.
En eso voy a ser original.
El progre es feo por "moldeo". Incluso si nace con algún rasgo genotípico agradable, el descuido en su aseo, sumado a lo anárquico de su comportamiento y nulo sentido del cultivo del cuerpo, terminan resultando en un ser amorfo y lleno de taras; que se dedica a cumplir con su función de elemento de marketing del poder global. Y para colmo de males, lo hacen gratis en la mayoría de casos...
No ejercita y no le gusta que el estado invierta en proveer centros de cultivo del cuerpo. Odia que la gente busque su belleza personal, pero no tiene ningún problema con los estereotipos "plásticos" que los grandes medios inculcan en los jóvenes. Es feo de pies a cabeza y lo sabe -inconcientemente- y por eso busca por todos los medios que la gente no se vuelva bella. Es un mecanismo del inconciente para compensar el odio que se tiene a si mismo. Incluso el progre tiene instintos normales... pero reprimidos.
Intenta confundir respecto de su apariencia. Pretende pasar por un "look" natural y fresco, pero en realidad es solo falta de jabón. Incluso los "niños de papi", con título universitario carísimo, con auto último modelo, un puesto en la empresa "de fafi" y acciones de supermercado... creen que "las rastas se ven bien". Y es que el asunto no se limita a esa maraña putrefacta de las rastas. La ropita comprada en mercado artesanal no puede faltar, así como los collares y bolsos tejidos por indígenas oprimidos en alguna selva del quinto mundo que nadie conoce...
Hay que tener el look progre correspondiente. Incluso si se trabaja para el estado o instituciones transnacionales, incluso el progre obligado a vestir de traje, lleva por debajo su pulserita tejida. En cuestión de "totems y amuletos", hay que gastar... y bastante. Si no, la ortodoxia de la progresía te juzga.
Y pobre de que hagas algo que te haga parecer que buscas belleza como sinónimo de salud!
Eso si que es imperdonable. La salud para ellos, es la anti-salud. Si estás obeso, es porque "no sigues los cánones impuestos por el patriarcado occidental opresor" y por eso no ejercitas ni te cuidas. Limitan el concepto de "saludable" a tratar de vivir en el siglo XXI, como se vivía hace treinta siglos. Eso es lógico, porque, como no pueden ver el mundo real, no pueden ver el tiempo real o la persona real.
Son feos y odian lo bello. Por lo tanto, si quieres un mundo bello, ¡vuélvete hermoso!