Cambiar el ángulo no importa, si lo que no se puede es mirar



Un pensamiento de moda -y por lo tanto, falso y pasajero- es eso de que:

Todo depende del ojo con que se lo vea.

Y es cuasi cierto, al menos a priori. El famoso ejemplo de "mirar el vaso medio lleno o medio vacío" es altamente demagógico. Lo que hay que saber entender son dos cosas. 

Primero

El poder mirar. Así de sencillo. Quién no puede mirar, no puede ver (revisar un diccionario para entender la diferencia entre ambas se vuele imperioso). ¿A dónde quiero llegar con todo esto? Pues a que quién tiene sus ojos cerrados, sea de forma literal o simbólica; carece de capacidad de interiorizar el mundo que le llega a través de los sentidos. Infinidad de filósofos han tratado sobre el como nuestros propios sentidos nos engañan, pero pocos siquiera toparon el tema de que quién tiene los párpados cerrados, viene a ser algo incluso peor.

Segundo

La capacidad de ver los diferentes "ángulos" de un tema. En la imagen superior vemos que las dos primeras fotografías, nos llevan a pensar en una casa con una gran piscina; pero que la tercera revela que la alberca en realidad es una muy pequeña, quizá para niños. Quién de verdad VE, sabe que no hay diferencia entre las tres fotografías, dado que el ver de verdad, abarca todos los ángulos del fenómeno en cuestión, sin creer que la realidad "cambia, por variar el punto de vista". 

La realidad no cambia, ni se modifica por cómo se la vea. La realidad ES, y por lo tanto, no varía; lo cuál nos lleva a la pregunta subsecuente: ¿qué es real? 

El devaneo filosófico que esta pregunta plantea lleva miles de años atormentando al hombre. Me encantaría que en los comentarios me proporcionases los métodos que Ustedes utilizan para verificar la realidad y que no están siendo engañados por sus sentidos o por perspectivas acomodaticias de un tercero.

Disculpen por la curiosidad -y la broma de paso- pero pretendo usar el material que me proporcionen en futuras reflexiones.