Segundo hijo



El segundo hijo siempre es el peor de todos. El más necio, avezado, complicado, lleno de problemas. Es el que suele ser la "oveja negra" de la familia. 

En  mi caso he de decir que es así. Las cosas en la vida no han sido fáciles, pero dentro de todo, he sabido sobrellevar la carga de ser el segundo de tres: jamás he rendido cuentas, me he limitado o he dejado de hacer algo... y esa justamente, es la ventaja de ser al hijo segundo... o en mi caso, el del medio o "sánduche".

Y es que al segundo le llega todo usado. Ese no estrena más que el nombre. Todo viene gastado, holgado, derruido, roto... y aun así, somos tan imaginativos, que salimos adelante.